Hoy veo como ayer veo tu corazón
sangrante,
sangre derramada por tanto amor,
amor a los hombres, que no comprenden tu dolor.-
¡Ay Amor de mis amores!
cómo podría yo vivir sin amarte,
si con sólo recordar cuanto te herí
quiero cerrar mis ojos, y sin ver, mirarte.-
Cuando el Cáliz se alza con tu Divina Sangre,
anhelo correr hacía el altar, cual cordero sediento,
y beber de esa Copa, y también allí mi vida verter.-
Oh Corazón ardiente, cruz y herida abierta,
toma mi corazón y lávalo en tu preciosa sangre,
pura y libre de toda mancha,
porque
quiero dejarlo a tus pies, cual fragante rosa,
y en su perfume embriagarte,
y así mi pobre vida a ti entregarte.-
Celia Noemí Razeto
No hay comentarios:
Publicar un comentario