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domingo, 10 de junio de 2012

Vocación sacerdotal

"Sed santos, como yo soy santo"
 (1era. Ped. 1,16)

Creció en un hogar
que de eso no se hablaba
invitado a un grupo de oración
sintió el llamado a la vocación.

Ser sacerdote era la meta
no sabia que orden elegir
cuando conoció la obra de Alberione
a ella Hernán, entrego todo su existir.

Sus manos fueron consagradas
la Palabra, la Eucaristía compartieron
sembrando entrega, sacrificio, amor,
acompañó a amigos, hermanos, poetas
en momentos de regocijo, como de dolor.

Sacerdote de alma y vocación
desempeñó con alegría, múltiples tareas
mostrando a Cristo, en todas ellas,
en El, puso total confianza
hasta ofrendar su vida
con fidelidad y perseverancia.

Etelvina Giménez

A Mauricio

(El 10 julio hará 25 años de su fallecimiento)


Él era un joven muy apuesto,
de cabello ondulado y renegrido,
sus ojos  verdes ,como el tiempo,
sus mejillas un duraznero florecido.

Él existió, estaba entusiasmado
por la vida con todos sus sentidos.
Labraba la paciencia con sus manos
y en su pecho tronaban los latidos.

Destrabando distancias por el mundo
sembró su amor siguiendo al gran Maestro,
pretendía llevar en ese rumbo
la sublime oración del padrenuestro.

Y un día cayó, como esas aves
que duermen en el piso la tristeza
de esa feroz violencia que no sabe,
del valor de la vida y su belleza

Elsa Tébere

Tu ternura


Tu murmullo Señor es lo que tengo,
pues yo siento el rumor del agua pura,
que la brisa empuja y al fin me inunda,
para descubrir que estás y en ti me mojas.

Y en esa suavidad en la que habitas,
en donde soy silencio y tu ternura,
comienzo a percibir cuánto me quieres,
pues estás en mí y con tu luz alumbras.

Los suspiros Señor los sueños tuyos,
me hacen esclava y prisionera de tu todo,
a mi alma van colmando de hermosura,
con tu música que se escucha en mi fondo.

Es el gozo de un Dios enamorado,
que me mima, me abraza y me deleita,
me susurra y me colma de sus bienes,
perfumando con su espíritu mis raíces.

Ana Maria Capalbo