Eso eras Hernán querido
a tu sombra nos cobijábamos
los del Café... los invitados
los que acudían por gusto,
los que venían de todos lados.
El Café... ya no existe.
Nos faltás vos, nos falta tu voz,
tus risas, flores, plantas,
las reuniones en la terraza
como llamados a una Hora Santa.
Ya son nueve años
que emprendiste vuelo
a encontrarte con el Señor de los cielos,
jamás te podremos olvidar
entregabas todo, sin vacilar.
Algunos seguimos escribiendo
otros, ya han partido,
enhebramos tus sueños
con nuestras ilusiones
que, aunque en pandemia
seguimos sensibles a las emociones.
Al contemplar los cielos
elevamos cariño y besos
los que con nuestro recuerdo,
poemas, poesías y versos
remontaran hacia allí
en raudo vuelo!
Etelvina Giménez