Acércate, hermano mío, hoy vamos a festejar,
¿Qué habremos de celebrar?, simplemente, el
estar vivos,
pues es el mejor motivo; el que me invita a
seguir,
el que me hace sonreír al despertar de mañana,
el que me llena de ganas de continuar adelante,
aceptando en todo instante, lo que depara el
destino,
y a recorrer el camino, con fe, esperanza, y
amor,
como ha enseñado El Creador, de este mundo tan
divino.
Ven, celebremos también, por toda la creación,
la que alegra el corazón al contemplar su
belleza,
la madre naturaleza, que alimenta y que
sostiene,
la que nos brinda los bienes permitiendo el
subsistir,
la que solemos herir, al no saberla cuidar,
la que nos deja gozar paisajes maravillosos,
que en un equilibrio hermoso, nos permite
disfrutar.
Alegrémonos unidos por las cosas más sencillas,
las pequeñas maravillas, que tenemos día a día,
y que a veces, por sabidas, no solemos
apreciar,
no esperar a valorar, después de haberlas
perdido;
por todos nuestros sentidos, alegría hay que
tener,
sin dejar de agradecer, por los dones
recibidos.
Por eso y por mil motivos, debemos estar
contentos,
hoy, amigo es el momento, de mirar a nuestro
lado,
y ver que estamos rodeados, y aunque somos
diferentes,
nos une algo evidente, ¡queremos vivir en paz!,
no esperemos nada más, y tomémonos las manos,
somos tantos los hermanos, para amarnos sin
medida;
es Jesús, quien te convida, acércate también
vos,
demos las gracias a Dios, y celebremos la vida.
Ruben Esteves