La barca de nuestra vida
hoy, esta sacudida por la tormenta
de una pandemia global
que no se recuerda otra igual.
La sacude un fuerte viento
sin saber dónde encallar,
que no se hunda en la mar
solo Jesús, nos puede salvar.
Mirémosle
a los ojos
con fe y esperanza
El, su mano nos dará
y la tempestad cederá.
En todas tus vacilaciones, miedos
acude siempre a Cristo
te brindara paz, amor
apaciguando tu tempestad
entregándose
de corazón y fidelidad.
Cuando esta tormenta ceda
despertarás de una pesadilla,
tus sueños creíste fallidos
mas Dios tuvo control
despertarás a un mundo mejor.!
Etelvina
Giménez