Al igual que fuego lento
mi vida, como tibio zumo de cerezas
va deslizándose entre mis dedos
provocándome todavía algunas
sorpresas.
Entre algunos dolores
algunos sinsabores
múltiples alegrías
mi vida se diluye entre los dedos
hasta cuando Dios así decida.
Mi vida simplemente se va yendo,
te doy gracias mi Dios y dueño,
por la vida, familia, amigos,
todo va pareciendo un sueño.
Increíble el tiempo transcurrido
hoy, la vida se me diluye entre los dedos.
No me recuerden, por lo que creen que fui
sino por el don maravilloso de lo que
escribí!
Etelvina Giménez