Tuvo Gabriel la tarea,
que el Señor le ordenó un día,
de ir a batirle a María,
doncella de Galilea,
la divinísima idea
de hacerla de SU HIJO, drema.
Ella se vió en un dilema.
¿Cómo ha de hacerse la acción,
si no conozco varón?
El Angel le aclaró el
tema.
La dulce y célica voz
le espetó al verla turbada,
Niña bienaventurada,
todo lo puede el buen Dios.
No temás, mirá que vos
por el Espíritu Santo
engendrarás, y habrá un manto
cubriéndote desde el Cielo°.
Y Ella, con inmenso celo,
batió un SI en gozoso canto.
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A mandatos del SEÑOR
chamuyaré un firme Sí,
y ÉL habrá de darme a
mí
el regalo de SU amor.
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ISABEL PUNCEL de
DUMERY
de su libro LOS MISTERIOS DEL SANTO ROSARIO
Versión Lunfarda - Marcelo H. Oliveri Editor - 2005
Felicitaciones Isabel...! Solo vos podes escribir
ResponderEliminarestas cosas...!
ETEL