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El 20 de octubre, día en que nos encontramos en el Café, se casa la hija mayor de nuestra querida amiga y poeta Mabel Pruvost, de Esperanza, Santa Fe.
Desde el Café deseamos todo lo mejor a los novios!!!!

Mabel comparte con nosotros la hermosa oración que escribió para leer en la ceremonia de matrimonio:

Señor Dios, Padre amoroso

Venimos a tu casa para acompañar a Rita y  Jorge,  los hijos con los que nos has bendecido. Por tu Gracia, ellos nos transformaron en padres y hoy levantan vuelo para unirse y formar un nuevo hogar.

Bendito seas, Señor, por esta celebración que nos congrega, agradecidos y felices.

A Ti queremos consagrar sus vidas jóvenes. Hazlos testigos de Tu Amor, en su matrimonio. Dales fortaleza en los momentos difíciles, únelos amorosamente a ti en sus momentos de júbilo, e ilumina su camino cada uno de los días de sus vidas.

Señor Jesús, Dios y amigo…

con tu Corazón como testigo ofrecemos en este altar sus vidas jóvenes y llenas de entusiasmo. Camina con Rita y Jorge, que tu Vida y tu Evangelio sean un faro del que no se aparten.

Y que, si alguna vez de extravían, encuentren el camino de regreso a la felicidad que sólo Tú puedes brindarles. Entrégales el regalo de la palabra para que siempre estén abiertos al diálogo, la disposición para saber comprenderse y la capacidad de perdón, para construir sobre tu ejemplo.

Espíritu del Padre y del Hijo, arde en Rita y Jorge, Tú que eres el Amor que haces nuevas todas las cosas, renueva sus vidas que hoy se entregan mutuamente. Ilumínalos, guíalos, fortalécelos, consuélalos.

María, mamá del cielo,

Intercede por Rita y Jorge, para que su amor sea fecundo como el tuyo, cúbrelos con tu manto y dales tu maternal bendición.

Hijos Queridos: que de aquí en adelante vivan abiertos a entregar y recibir amor. Que no se agote su capacidad de construir cada día su hogar, con cimientos en la fe que heredaron y que éste sea su destino: amar,  ser amados, y entregar amor al mundo en que vivimos.

Que Dios  sea su apoyo cuando se sientan débiles, Su fuente cuando la sed los agobie, su abrigo cuando el frío los amenace, su sombra cuando el calor los sofoque, su sonrisa cuando el dolor los haga sufrir.

Señor, bendícelos y hazlos felices…