"Amaras al Señor
tu Dios
y al prójimo como
a ti mismo"
esa era la
consigna
la que hiciste tu
forma de vida digna.
Fuiste el Buen
Samaritano
de tus poetas tan
amados,
nunca los
desechaste
levantando la
autoestima
del que estaba a
tu lado.
La mayoría adultos
mayores
atentamente los
escuchabas
sus heridas
vendabas
con amor a todos
te dabas.
Brindabas compasión,
amistad
tiempo,
solidaridad
como Buen
Samaritano
a ninguno negabas
tu bendita mano.
Etelvina Giménez
Gracias Lis, por tenerme siempre en cuenta.!
ResponderEliminarHermosa la ilustracion...!
ETEL