Allá, en los orígenes,
¡en la génesis del tiempo,
cuando Tú creabas!
Hombre y mujer creaste,
a tu imagen y a tu semejanza.
¿Cuál será esa imagen de la cual
nos hablas, si aun en la Biblia,
Tú mismo nos prohíbes
jamás usarlas?
¿Será acaso en la imagen
de tu muy amado Hijo Jesús,
en quien pensabas, y de la cual
san Pablo, en sus cartas habla?
¿Y cuál será esa imagen
que al Señor Jesús,
de tal forma, tanto le agrada?
En el Evangelio, la única vez
que Jesús nos pide expresamente
que lo imitemos, exclama:
“Imítenme
a Mi, que soy manso
y humilde de corazón”.
¡Esto pareciera ser algo,
muy significativo para el Señor!
Y a la sazón debiéramos trabajar
en esta imagen y semejanza.
¡Procurando a ultranza,
imitar a tu amado Hijo Jesús,
en sus gestos y actitudes!
Renovando nuestra fe, el amor,
y la esperanza.
Hno. Santiago E. Kloster, ssp
Un Poema mas de los que Santiago, nos tiene acostumbrados.! Desde el Genesis
ResponderEliminara la actualidad: Un canto de amor y esperanza.!!!!!!!!!!!!!!!
ETEL
Me viene a la memoria una frase de San Pablo que la verdad no me acuerdo de qué carta es, ni tampoco, la recuerdo muy exactas a las palabras de San Pablo, algo así que el Espíritu va modelando en nosotros el rostro de Jesús y que reflejamos su gloria como un espejo... Bueno, poder tener los mismos sentimientos de Jesús y reflejarlos como su luz en nuestras actitudes. Un abrazo
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