“¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en
paz!”
Amado Nervo
No
llegué a lo que quería.
pero,
si es lo que esperabas,
Señor,
que fuera mi vida . . .
¡qué
importa lo que soñaba!
¡Ay! Sí
. . . Hubo días aciagos,
con
dolores que quemaron,
momentos
de malos tragos
y penas
que se ensañaron.
Mas,
también soles y lunas
que en
éxtasis me encontraron
y de
bendiciones muchas
las
horas se me colmaron.
Amigos,
gente querida
y
abrazos que me estrecharon
de
calidez bien provista
y oídos
que me escucharon.
Me
quejé mucho (lLo siento)
midiendo
sólo mis males.
Ocurrió
seguro eso
porque
dejé de llamarte.
Filósofos
y poetas,
próceres
y pensadores,
al
llegar la última vuelta
balancean
sus sinsabores,
comparan
debes y haberes
por si
les resultó justo
en su
camino de ayeres
lo
vivido hasta ese punto.
Yo no,
mi Dios. Yo no pienso
enredarme
en esos hilos.
¿Cuánto
di? ¿Cuánto me llevo?
No lo
sé. No lo he medido.
Sólo Tú
sabes la cuenta.
Como
todo Padre bueno
perdonarás
mis ofensas,
más de
lo que me merezco.
Porque
como siempre haces
y como siempre lo has hecho,
no
importará lo que pase
_
¡Hijo! _ me dirás _ Te quiero.
Teresita
De Antueno
Creo Teresita que todos sacamos las mismas cuen-
ResponderEliminartas. Como dice el Santo Padre, "El,todo perdona
y nos ama sin medida".! Felicitaciones...!!!!!!
ETEL