Todo poema, texto, fotografía, información o audiovisual de este blog podrá ser reproducido en cualquier otro medio, siempre mencionando el nombre de su autor y que ha sido publicado originalmente en el blog del Café del P. Hernán: www.hernanperezet.blogspot.com - Gracias

jueves, 15 de agosto de 2013

EL VINO DE CRISTO

     


El agua de que estaba repleta mi tinaja
era turbia y mal olía.
Con todo, Vos la querías,
Señor de los milagros,
para hacer un vino burbujeante
que alegrara el alto en el camino
de algún peregrino fatigado o herido
en el alma o en el cuerpo:
-dolor o desaliento-.

Yo puse lo que pude,
que era poco; casi nada,
y pensé que no te serviría.
Tan despreciable era el agua que aportaba.

Eso pensé,  porque creía que mi miseria
era mayor, mil veces mayor
que tu poder y tu misericordia.

Después supe que tu misericordia era infinita,
Que nada hay más alto ni más profundo
Que tu ternura y tu piedad.
Que Vos, Señor, no despreciás nada,
porque a la luz de la esperanza,
todo puede ser transformado.
Entonces yo no lo sabía, Señor.
¡No lo sabía!

«Poderoso es Dios para hacer de las tinieblas luz»
me dijo Francisco, el Pobrecito…

Por eso hoy, si alguna vez veo
a un hermano saborear tu vino
-el de mi pobre tinaja-
me animo a pensar que quizás al fin lo logres.

Escribir derecho con renglones tan torcidos,
sólo Vos podés, Señor.
¡Tan sólo Vos!


Néstor Barbarito

1 comentario:

  1. Nestor este Poema es precioso, un canto a la mise
    ricordia de Dios.! Que seria de todos nosotros los poetas, si El, no fuera todo amor y tan nise-
    ricordioso. Como dice Francisco "No hay pecado
    que El, no pueda perdonar"...!!!!!!!!!!!!!

    ETEL

    ResponderEliminar