¿Cual es el camino
que busco en la sedienta tarde? Quisiera descansar, sin recuerdos dolorosos,
allí donde los años recuestan su fatiga.
Hoy el tiempo ya
pasó como ha pasado la vida... Me sumerjo donde empezó mi mundo.
Encuentro las trenzas
de la niña que fui. El brocal que nos brindaba su frescura. Mi padre con sus
manos callosas. Mi madre como una reina olvidada.
Luego ya moza, mi
garganta como calandria entonando
valcesitos. Recuerdos... Sólo recuerdos sumergidos debajo del parral que
ofrecía su sombra y cobijo.
La verdad que parece
tan oculta por momentos, siempre aflora como una intrusa... La vida nuestra y
la esperanza, detrás del enigma...
Revivo la morada
radiante inmersa en mi memoria, y con el alba siento que imágenes de ayer me
besan...
Gladys Berengel
San Nicolás, 26 de octubre del 2012.-
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