Señor, tú tienes palabra de vida eterna…
Esa, que nos llama y nos ama,
nos atrae y nos impulsa.
Danos fuerzas para responder
llevando Tu Palabra en los labios,
en los gestos y en el corazón.
Proclamando a los vientos y por doquier
Tu misericordia y Tu perdón.
La coherencia entre lo que decimos
y nuestros actos,
como signos de fidelidad
a tu amor incondicional.
Para que un día,
ese que nos asignaste de nuestra vida,
podamos decir como San Pablo
“He combatido
bien mi combate.
he corrido
hasta la meta,
he mantenido la Fe”
María del Carmen Latorre
Café Literario Rosario
Precioso Ma.del Carmen.!!! Para mi San Pablo es
ResponderEliminarel Apostol, por excelencia.!
ETEL
GRACIAS LIS por publicarlo
ResponderEliminary tambien ETEL por su comentario.
Un abrazo a las dos
María del Carmen