Con
dolor, he descubierto
que ya
no hay tiempo para ser lo que soñé.
Que ya
no lo lograré nunca.
Que
sólo puedo ofrecerle a Dios lo que soy,
con
toda mi miseria,
y
pedirle que Él lo transforme con su poder,
como
al pan y al vino.
Por
eso, cuando esté cayendo el sol,
reuniré
mis esperanzas y mis decepciones
en un
solo ramillete,
y se
lo ofreceré con vergüenza.
Le
pediré que recoja mis pobrecitas flores silvestres
y las
cambie en rojas rosas perfumadas.
Sé
que puede hacerlo, decía mi Padre
Francisco:
«Poderoso
es Dios para hacer de las tinieblas luz»
Néstor
Barbarito
Una ofrenda mas, con el estilo de Nestor, que to-
ResponderEliminardos deberiamos imitar...!!!
ETEL