Como un violín colócame en tu hombro,
una por una cada cuerda afina,
y arráncame la nota cristalina
que haga pura la voz con que te nombro.
Tal petición podrá causarte asombro,
mas a creer mi humilde fe se inclina
que has de escuchar con calidez divina
esta ilusión que de esperanza alfombro.
Quiero tornar mi amor en melodía
que lleve por los aires la alegría
de Tu mensaje bíblico, Jesús.
Y el corazón palpitará contento
al saber que lo usaste de instrumento
para arrimar las almas a TU LUZ.
Isabel Puncel de Dumery
Isabel preciosa poesia...! Realmente somos instru
ResponderEliminarmentos del Senior, testificando a los demas, La
Palabra Viva y Encarnada...!!!
ETEL