Carteles pintados, anuncios de venta.
pellizcos al alma, prolijan la oferta.
tras largo camino y cortos recuerdos
la casa querida bosteza… bosteza.
Raídas cortina… disputas… peleas.
cabecita blanca, bastón y tristeza.
derruidos muros… avaros y necios
¡Lástima ser niño! Me reprocho a veces.
Sentados al borde de la humilde mesa
el mate lavado hace ronda, en la siesta;
y están los hermanos, los hijos, los nietos…
hasta un infiltrado revuelve en lo ajeno.
Afuera, entre el lodo despierta la clueca
sus cinco pollitos en el gallinero,
la herencia vacía de aquel pobre viejo
que acabó en cenizas, solo y en silencio.
Nadie ve en las sombras pero yo lo veo
Cómo llora el nono de risa… o de pena;
Él me guiña un ojo y me tira besos
Desde la cajita que guarda sus restos.
Sarah Petrone
Aun cuando no he vivido una experiencia como esta
ResponderEliminarno deja de ser hermoso el Poema.!
ETEL
Es uno de esos poemas que se lee con emoción y no se olvida. Hermosas las imágenes, realmente vívidas, expresivas. "La casa querida bosteza... bosteza": verdaderamente conmovedora.
ResponderEliminarElba Gallenti