Sentado a la vera del Río Paraná,
Con la mirada perdida en lontananza,
los rayos del sol lo colorea marrón dorado,
el reflejo de la luna lo cambia a color borra
vino.
Quisiera ser las sandalias del pescador,
Para estar en el bote de madera rústica,
Construido con sus manos,
Navegando en las aguas tranquilas,
A la espera de pescar lo que llevará a su mesa.
Allá a lo lejos, se avecina una tormenta,
Entre los camalotes, en una canoa está Jesús,
Levanta su mano, calma la tempestad,
Y nos llama…
¿Subimos a la barca? ¿se nos mojan los pies?
No importa, si el Señor nos acompaña,
Llevamos el anzuelo (Rosario – Biblia)
Nos convierte en pescador de hombres…
Los traemos a la orilla, nos espera el fogón,
Dándonos ese calor
Y la luz del Espíritu Santa,
Bendiciendo a los convertidos…
María
Alicia Altamirano
CAFÉ
LITERARIO ROSARIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario