Joven inspector de escuelas, llegó desde la
ciudad,
a controlar como andaba, la cosa en aquel
lugar,
en un pueblito lejano, una escuelita rural,
lo recibió la maestra, que hacía mucho tiempo
atrás,
había llegado a esos pagos, e hizo suyo ese
lugar.
El hombre dijo enseguida, tenemos que
controlar,
como se educa a los niños, que aquí vienen a
estudiar.
Ya están los niños adentro, vamos a calificar,
haciéndoles una prueba, que se puedan explayar.
Como hoy es el día del árbol, lo vamos a recordar,
haciendo un lindo dibujo, que deberán colorear,
y con eso evaluaremos, lo que han aprendido ya.
Allí quedaron los niños, cada cual en su lugar,
cada uno con su hoja, intentando así volcar,
todo lo que ellos podían, de árboles de ese
lugar.
Después que transcurrió un rato, pasaron a
retirar,
los trabajos que habían hecho, y él, se puso a
analizar.
¡Qué bonito este árbol rojo!, parece sangre
brotar,
de sus flores, es un ceibo, un ocho puedo
informar;
éste otro, de amarillo, como el sol lo ha hecho
brillar,
es un aromo, seguro, y un nueve se ha de ganar;
así siguieron pasando, uno y otro sin parar,
lapacho hermoso rosado, celeste jacarandá;
hasta que llegó una hoja, que era pura
oscuridad,
pues mostraba árboles negros, todo sombra nada
más.
Entonces dijo aquel joven, ¡Esto se ha de
castigar!,
¿No ha entendido la consigna?, ¿A esto le llama
pintar?,
¿Dónde dejó los colores?, ¿o es que no supo
estudiar?,
Por eso un tres le pondremos, y lo tengo que
informar.
La maestra lo escuchaba, mas no quiso
contestar,
lo dejó que terminara, y luego, sin decir más,
le mostró pronto la puerta, por donde debía
marchar.
Después que partió aquel joven, entró al aula
para dar,
a cada uno su puntaje, y los comenzó a llamar;
hasta que llegó esa hoja, y a un niño hizo
pasar,
el cual, tomó de su banco y lo ayudó a caminar,
aquel bastoncillo blanco, y se le acercó a
escuchar.
La maestra dijo entonces, tratando de no
llorar,
pues desde el fondo del alma, lágrimas querían
brotar,
tu trabajo es excelente, te debo felicitar,
tus lindos árboles negros, un diez se han
ganado ya.-
Ruben Esteves
05/06/2013
Ruben, otra revelacion del Cafe...! Su relato en
ResponderEliminareste Poema es conmovedor.! Como docente que he si
do por mas de 40 anios, he asistido a mas de una
clase como esta. Su lectura arranco lagrimas que
rodaron por mis mejillas, al recordar tantos
alumnos amados que tambien pintaban "arboles ne-
gros"...!!!!!!!
ETEL