Escribías: "Quiero
vivir
abrazado a la
Trinidad",
un día el Padre Bueno
tu deseo, lo hizo realidad.
Cuanto costó aceptar su
decisión!
como incienso perfumado
quedaste en nuestro recuerdo
y en el vuelo de permanente
oración.
Continuamos escribiendo
siguiendo tu huella
con dolor y tristeza
que se fueron transformando
en profunda tibieza.
Refugiados en Cristo y María
fuimos elaborando tu
partida;
ha pasado mucho tiempo
lentamente, va cerrándose la
herida.
Hernán querido:
mucho de ti hemos aprendido,
gracias damos al Señor
por tu entrega, por tu amor,
por haberte conocido.
Etelvina Giménez
Que puedo decirte Lis, solo gracias, una vez
ResponderEliminarmas.!
ETEL