Al P. Hernán, signo de amor.
Un día desperté
y las palabras volaban por el aire,
andaban por las
cornisas,
subían con el viento.
Danzaban elocuentes,
azules las palabras.
Iban y venían jugando, y alegres,
formaban trenes interminables
a lo largo de las
calles.
Locas las palabras iban
y venían.
Una mariposa venida… no
sé de dónde,
ordenaba metáforas.
Rimaban algunas y cantaban
todas.
Y sopló la Gracia una vez,
un pájaro invisible
formó versos.
Voló entonces el alma sin
cadenas.
Inteligible, suprema,
única.
Y tu corazón y tu mente
abierta y libre,
tejieron para los
hombres
una esperanza.
Y el templo abierto de
tu corazón
trajo albores de tibieza
inesperada.
Fuiste tú quien con tu
alma alada
fundaste una nueva brisa
que se desplaza
lentamente por los días,
donde la palabra deja
una huella
que seguimos seguros.
Hoy desperté, y las
palabras volaban,
y de tu fuerza inextinguible
nacían nuevas auroras,
y la mariposa que teje
parábolas,
es luz, sembrada en el
corazón del hombre.
Ramón Delgado
Felicitaciones por tu manera de expresar tus sentimientos.! Rescato la impresion que
ResponderEliminarme causo, la mariposa "ordenando metaforas"...!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ETEL