Emerge
el gaucho en la pampa
mostrando
su hidalga estampa.
Habla
él de su dura vida
mientras
un mate convida .
Alguien
lo escucha asombrado
mirando
muy concentrado .
Un día
les aseguro
aunque
yo jamás les juro
su
imagen era real,
nunca
observé nada igual .
En un
caballo matrero
y con
sus botas de cuero ,
ellos
dos justito ahí ,
muy
bien enfrente de mí .
En rezo
unían sus manos ,
los
esfruerzos eran vanos .
¡
Bienvenido aquí Jesús
aliviará
nuestra cruz !
En
nuestro suelo argentino
está
Cristo en el camino .
Gustosa
estoy de contar
lo
importante que es orar .
Roxana
Viviana De Marchi
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