PEREGRINACION
Ya parten los
peregrinos, con su carga de esperanzas,
tras la meta que se
alcanza, después de un largo camino,
cada cual con su
destino, cada cual lleva su carga,
puede ser dulce o
amarga, todos juntos allá van,
porque saben que en
Luján, Mamá María los aguarda.
No importa cómo
está el tiempo, si llueve, hay sol, o hace frio,
eso no es ningún
motivo, para frenar sentimientos,
todos marchan muy
contentos, con la fe que Dios les diera,
van viviendo a su
manera, una experiencia divina,
de este pueblo, que
camina, porque María los espera.
Durante el día y la
noche, se han de pasar caminando,
unos alegres
cantando, las canciones de alabanza,
otros que mientras
avanzan, el rosario van rezando,
algunos van
meditando, los misterio de la vida,
es larga la
recorrida; la virgen, sigue esperando.
Como una jangada
humana, por un río de cemento,
siguen bajo el
firmamento, a pesar de los dolores,
las ampollas, los
ardores, y la tremenda fatiga,
porque una estrella
los guía, continuarán caminando,
sabiendo que está
esperando en Luján mamá María.
Tras el largo
recorrido, los músculos se endurecen,
paspaduras
aparecen, los pies que están lastimados,
ahora se encuentran
hinchados, y aunque grande es el dolor,
no se apagará el
fervor, de este pueblo caminante,
porque tienen por
delante, María y todo su amor.
Adultos, jóvenes,
niños, de toda clase social,
van siguiendo un
ideal, de amor, de fe, y de ternura,
la caminata es muy
dura, mas llevan la convicción,
de entregar su
corazón, a los pies de nuestra madre,
porque en el pecho
les arde, la más pura devoción.
Ya comienzan a
llegar, fuerte el corazón palpita,
ante la Virgen
bendita, se mesclan las sensaciones,
se escapan los
lagrimones, honda emoción se percibe,
así es como esto se
vive, cargados de sentimientos,
se encuentran todos
contentos, pues María los recibe.
Peregrinos de la
vida, nuestro camino es muy largo,
y debemos sin
embargo, soportar nuestras heridas,
aceptando las
caídas, de momentos dolorosos,
pero descubriendo
el gozo, de vivir en el amor,
que nos conduce al
Señor, con su destino glorioso.
Ruben Esteves
07/10/2012
ÁMALO
Si
quieres que mañana, haya un mundo mejor,
donde
no existan más guerras, ni odio ni rencor,
no
esperes que tu hermano, se comporte mejor;
para
empezar un cambio, debes hacerlo vos,
al
que a ti te lastima, causándote dolor,
no
lo hieras ni agredas, simplemente, “ÁMALO”.
Cuando
veas un mendigo, pidiendo por favor,
y
te extienda su mano, herida y con olor,
no
des vuelta la cara, ni mires con horror;
acuérdate
de Cristo, que al leproso curó,
con
solo una caricia, que su frente rosó,
míralo
con cariño, y simplemente, “ÁMALO”.
Al
pobre, al indigente, o al soberbio patrón,
bríndale
tus oídos, para escuchar su voz,
y
deja que en tus labios, hable tu corazón,
diciendo
lo que piensas, dándole tu opinión,
no
solo con palabras, muéstrales con tu acción,
y
entenderán tu credo, simplemente, “ÁMALOS”.
A
todo el que se cruce, por la vida con vos,
dirige
tu mirada, con ternura y amor,
que
parta de tu lado, viendo tu comprensión,
y
siga su camino, mejor al que llegó.
Y
así, llegará el día,..cuando,…Lo sabe Dios,
que
unidos por su gracia, habrá un mundo mejor.
Ya
ves, no es tan complejo, hallar la solución,
solo
debes sentirte, que estás en comunión,
con
la existencia toda, que ha hecho El Creador,
y a
todo ser viviente, sin prestar atención,
a
su lugar de origen, al credo o al color,
no
le reproches nada, simplemente, “ÁMALO”.
Ruben
Esteves
30
/ 11 / 2015
Hermoso Ruben.! Un verdadero canto al amor...!!!!!!!
ResponderEliminarETEL