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martes, 18 de agosto de 2015

VI



Vi la inmensidad de las montañas, y descubrí la grandeza de mi pequeñez, y lo absurdo de la soberbia.

Vi el cóndor volando en las alturas, y conocí la verdadera libertad.

Vi pasar las aguas del río, y comprendí que al igual que en la vida, depende de cómo se encauce, puede causar grandes tragedias, o convertir la estepa en un vergel.

Vi el monte y me hizo temer por un futuro muy triste si se lo sigue destruyendo.

Vi lugares de belleza indescriptible, y no dudé en aceptar que solo un ser superior puede ser el escultor de semejante obra.

Vi habitantes de pequeños poblados felices con lo que tienen, sin envidia alguna, y volví a valorar todo lo que la vida me ha dado.

Vi la gente trabajando codo a codo, de sol a sol y sin pereza, y entendí lo que es la verdadera solidaridad fraterna.

Vi el cielo colmado de estrellas, y encontré la paz en el silencio, donde no hay lugar para la ira y la violencia.

Compartí con hermanos del interior del país, la felicidad que se encuentra en las simples cosas que la vida les brinda, y descubrí la riqueza que encierra su pobreza, libre de toda avaricia.

Vi los cultivos de cada región, y agradecí la bondad de la madre tierra.

Vi el sol, que sale para todos, y aproveché a abrigarme con el poncho de los pobres.

Vi gran parte de nuestro hermoso país, y me sentí orgulloso  de ser argentino.

Vi un lugar que hace muchos años habíamos recorrido con mi amada esposa, y me reencontré con su alma.

Vi una flor en el desierto, y me volvió a maravillar el gran misterio de la vida.

Vi lugares donde el sexo se disfruta como consecuencia del amor en la familia, libre de toda lujuria, y agradecí lo vivido.

Vi hermanos que solo se alimentan de lo poco que les permite producir el lugar en que habitan, y sentí vergüenza por todo lo que en la ciudad se come y se tira.

Vi la vida y la naturaleza en su plenitud, y encontré a Dios; encontré a Dios y nuevamente me hizo ver que nada sirve, la soberbia, la avaricia, la lujuria, la envidia, la pereza, la ira y la gula.


Ruben Esteves

1 comentario:

  1. Felicitaciones Ruben.!!! Me has remontado a San Francisco de Asis y en algunas de tus
    apreciaciones a la Enciclica-Documento de otro Francisco, nuestro amado Papa, "LAUDA-
    TO, SI"...!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    ETEL

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